Un día, alguien muy especial
que solía sufrir mucho por amor salió de paseo. Andado sin rumbo se encontró
frente al mar e inspirada por la maravillosa noche estival y bajo la luz de la
luna llena, reflexionó consigo misma de la siguiente manera: Si yo lo quiero a
él, pero él no me quiere a mí, ni como yo lo quiero a él, ni como sería lógico
o esperable que él me quisiera a mí, sino de la única y pobre manera que tiene
de querer a alguien y que decididamente para mí no es suficiente, pues yo
necesito a alguien que me quiera a mí como yo le quiero él, entonces… ¿para qué
le quiero?
Cuentito seleccionado por Carpa de Sueños" para integrar la antología producto del Concurso "A la Luz de la Luna".